El objetivismo es la filosofía creada por Ayn Rand. A mi me parece un poco valiente llamarlo filosofia, pero el valor no es algo de lo que Rand anduviera escasa. En una entrevista le preguntaron por los filosofos más importantes y respondió tranquilamente, "Las tres As, Aristóteles, Aquino y Ayn Rand".
La premisa central del objetivismo como filosofía viene a ser que hay una realidad objetiva y verificable, y que lo que es subjetivo es la respuesta a estas realidades. Digo que me parece un poco valiente porque por un lado la ciencia apunta cada vez más a una realidad poco objetiva y sobre todo en permanente cambio, apuntando más hacia Heráclito que hacia Aristoteles. Y también porque es una filosofía demasiado política. Y eso es precisamente lo más importante de Rand, la parte sociopolítica de su pensamiento. En las novelas de Rand, el protagonista lucha contra lo establecido, se rebela contra los compromisos sociales y se niega a que nadie interfiera con su talento artístico o científico. El tema siempre es la libertad individual por encima de todo. Ello tiene ciertas implicaciones políticas bastante importantes. El gobierno no es el representante de los ciudadanos que ha de velar por su bienestar, es un mal necesario que debe limitarse a su mínima expresión y usar su fuerza en contadas ocasiones. Porque todo gobierno conduce al final al autoritarismo. Es como el pitbull que queremos de perro guardián pero que intentamos no tener junto a los niños en el salón. Así pues, el estado debe defendernos de agresiones foráneas, pero no meterse en nuestras vidas, para bien o para mal. No debemos pagar impuestos, ni siquiera tener carné de identidad, pero por tanto no podemos reclamar seguridad social, ni subsidios por desempleo, ni ayudas a los necesitados, ni nada por el estilo. Para evitar el caos, un sistema judicial fuerte y efectivo. Que cada uno sea responsable de cómo le va y que sea libre mientras no interfiera con la libertad con los demás.
La verdad es que en un principio, hay que reconocer que estas ideas tienen cierto atractivo. Aunque en Europa y sobre todo en España estamos acostumbrados a un estado fuerte, hay que recordar que Estados Unidos nace como nación guiado por el espiritu colonizador, la libertad religiosa y el rechazo al autoritarismo. Y encaja con esa mentalidad protestante emprendedora y dinámica y sin obstáculos burocráticos para los negocios que les ha funcionado tan bien durante mucho tiempo.
Pero rápidamente aparecen problemas prácticos. En estas fechas, se están celebrando las primarias a candidato republicano contra Obama en 2012 (¡a estos les pone una campaña más que a los nuestros!) Uno de ellos es el eterno outsider “libertario” Ron Paul, del que hablaremos más adelante. El caso es que le plantearon la siguiente situación: Supongamos que una persona joven, con éxito y de buena salud, decide no contratar un seguro médico (recordad que pagar la seguridad social es una “imposición” del gobierno y que por tanto cada uno debe ser libre de elegir si contrata un seguro médico o no) y sin embargo sufre una afección repentina que lo deja en coma. ¿Debería el hospital desconectar al paciente y dejarlo morir, ya que no puede pagar y no tiene seguro médico? Desde el público alguien gritó “¡Sí!” y se escapó algún aplauso, pero el evento era para militantes del Tea Party. El preguntado intentó esquivar la pregunta y apeló al buen corazón de familiares, médicos y demás para no dejar morir al joven, pero no sonó muy convincente. El problema es que la linea de pensamiento de la libertad absoluta acaba chocando con este tipo de límites constantemente. Hasta los freakies de Tea Party no se atreven a afrontar ese tipo de contradicciones internas del ideario libertario.
Por otro lado, aceptar estas ideas supone aceptar que todos partimos con las mismas oportunidades. Esto puede que fuera más o menos cierto durante la colonización de los Estados Unidos, pero desde luego no lo es ahora, y tampoco en la época en que Rand escribió sus novelas. Ella defendía que las circunstancias personales tenían una importancia despreciable comparadas con el potencial del ser humano bien utilizado, pero esto es cuando menos discutible. Ella misma tuvo que conocer ejemplos de gente menos afortunada que ella y tuviera que vivir en la URSS bajo Stalin.
Según Rand, las clases sociales parecerían tener una razón de ser natural. En una sociedad realmente libre y con las mínimas interferencias institucionales, los mejores progresan por sus propios méritos, y por tanto están donde están y tienen lo que tienen porque se lo merecen. Los que se hablan de desigualdades e injusticias lo hacen desde la hipocresía, la envidia, o la ambición autoritaria. En palabras que uno de los primeros seguidores de Rand, el economista de la escuela austriaca von Mises, le escribiría en una carta: "Usted tiene el coraje de decirle a las masas lo que no les ha dicho nunca ningún político: sois inferiores y todas las mejoras en vuestras condiciones de vida que dais por sentadas son resultado de los esfuerzos de gente que es mejor que vosotros".
Pero seria injusto olvidar que Rand fue coherente toda su vida, lo que le supuso problemas por mantener posiciones muy controvertidas. Por ejemplo, los conservadores norteamericanos, aunque afines a sus ideas de libertad individual y de un gobierno lo más pequeño posible, se horrorizaban ante sus posiciones ateas, proabortistas o contra la represión de la homosexualidad. Al final de sus días Rand criticó duramente a Tacher y Reagan los supuestos representantes de su visión social, por que solo buscaban la libertad para el dinero.
El Ché por su parte, entendía que el capitalismo liberal de EEUU era precisamente el causante de la opresión en latinoamerica y sobre todo de los indígenas. Las grandes compañías estadounidenses eran las propietarias de facto de mucho paises pequeños, y usaban a sus habitantes prácticamente como esclavos. Con dictadores afines, que reprimian con crueldad cualquier petición de justicia social. Las matanzas y los abusos eran comunes. La expulsión de los indígenas de sus tierras, la pobreza, el abuso, el racismo. Una sociedad casi feudal era lo que tenía que soportar dia a día la grandisima mayoría de los latinoamericanos. El Ché, alguien que podía haber elegido perfectamente mantenerse al margen, desde su posición acomodada de la sociedad argentina, decidió que había llegado el momento de hacer algo. Pero no de apoyar económicamente o políticamente a los campesinos, si no el de arriesgar su propia vida, una y otra vez, por la causa de los más necesitados, de los olvidados de America.
Su talento para la guerra de guerrillas es incuestionable. Su capacidad para motivar a las tropas también. Y su heroicidad es legendaria. Pensar que un asmático niño bien argentino acabaría derrocando a Batista en Cuba y causando innumerables revoluciones proletarias por todo el mundo es admirable.
Aunque existe una doctrina política llamada guevarismo, se centra más en como levantar al pueblo, llevar a cabo una guerra de guerrillas y conseguir el apoyo de la población que en las políticas a aplicar una vez en el poder. Si nos tenemos que guiar de la validez de sus ideas por lo que hizo en el gobierno de Cuba, la perspectiva no es muy halagüeña. Para empezar eligió ponerse al frente del tribunal que ordenaba los fusilamientos, y afirmo sin tapujos que se seguirían produciendo. Las políticas económicas que implementaron Fidel Castro y él, y que rechazaban los pequeños pasos hacia la creación de mercados que hasta la URSS y China habían adoptado, fracasaron bastante sonoramente. Apenas cinco años después de derrocar a Batista, el Ché, siempre buscando la acción (revolucionaria) dejaría el gobierno y se lanzaría hacia la infructuosa aventura africana.
De hecho el comunismo (lo de China no se puede llamar comunismo, creo yo) no ha conseguido hacer funcionar sus premisas básicas en ningún país en los últimos años, y los únicos estados donde el estado marca precios, es dueño de los bienes productivos o las tierras son fracasos del estilo del Corea del Norte. El por qué nos llevaría a un debate complejo y peliagudo, pero yo me atrevería a sugerir que puede haber algo en el hecho de valorar algo como tuyo, en la aspiración a mejorar y otros mecanismos del ser humano que se llevan mal con la idea de una sociedad totalmente solidaria, donde todos cuidan de todos pero nadie puede elegir nada, y que llevan hacia la necesidad de controlar los medios, la aparición del mercado negro, corrupción y muchos problemas más.
Esta es, por supuesto una visión muy parcial de ambas corrientes de pensamiento, casi se podría decir que es un analisis frívolo por lo superficial, pero me parece que es interesante resaltar las similitudes entre ambas.
En primer lugar, ambas aseguran que buscan la libertad para la humanidad. El matiz esta en liberarse de qué. Para Rand, del opresivo estado, el autoritarismo y las convenciones sociales. Para el Ché de la opresión del capital, el esclavismo y la cruel lucha de clases. Ambas también tienen profundas contradicciones internas. Si a mí me dicen que el hijo de Bill Gates tiene practimante las mismas oportunidades que el octavo hijo de un granjero africano y que de lo que depende su futuro es de como use su potencial, lo que venga después será un mero rumor de fondo tras un estruendoso "aaaaaaaamos aaaaaaaaaaandaaaaaa" interior. Por otro lado, si me explican que el camino hacia la libertad es la represión e incluso eliminación del que no piensa como tú, y el absoluto control por parte del estado de los medios de producción, comunicación, etc, chispa más o menos lo mismo.
Y sin embargo, parece no haber espacio entre una cosa y otra. Aunque la inmensa mayoría no estaríamos de acuerdo con ninguna de las dos ideas en su totalidad, y por tanto dudaríamos, creemos que estamos obligados a elegir como el que escoje equipo de futbol. Y una vez elegido el enfoque, sólo tenemos que ir acumulando la información que necesitamos para, primero desacreditar la otra corriente de pensamiento y después poder ignorar las críticas que nos hagan desde el otro bando, por muy plausibles que estas sean. Pero uno no se cambia del Madrid al Barsa, o va con Xavi, Casillas y Cazorla. Esto es a todo o nada. Al fin y al cabo, si los que nos dicen que las cosas son así o asá no dudan jamás, sera por que lo tienen más claro que nosotros... ¿O no?
Pues yo creo que, como diría el sabio, "Camiseta del Ché 10€, "La rebelión de Atlas 20€, no dejar que una buena idea de convierta en dogma... no tiene precio"
Por cierto, me hace gracia pensar que los sucesores intelectuales de estos dos podrían ser Ron Paul y Slavok Sisek. La gracia está en que esta vez el filosofo loco, neurótico y rarito, pero muy cachondo, es Slavoj Zizek, es el que defiende la posición marxista, la lucha contra el capitalismo, etc. Y el carismático y de reconocida trayectoria es el libertario, con un carisma arrollador y congresista desde hace la tira de años. Ron Paul, del que hablábamos antes.
Zizek, aparte de aportar una devastadora crítica del sistema actual, tiene ideas interesantes sobre como enfrentarse a problemas ambientales o desmanes financieros. Ver una de sus charlas es pasar un buen rato asegurado y disfrutar de su acido sentido del humor.
Paul fue de los pocos republicanos que se opuso no sólo a la guerra de Irak, si no también a la de Afghanistan, propone sacar de la carcel a cualquiera que este en ella por un delito de dogras por que a su juicio el consumo y el trafico no deberían ser delito, y otras propuestas realmente sorprendentes, merece la pena escucharlas.
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